37 poemas sobre apego escuetos con su autor chicas amore mio pareja

37 poemas sobre apego escuetos con su autor chicas amore mio pareja

El amor es una vivencia universal que nos conmueve a todo el mundo, sin embargo a veces no hallamos las terminos correcta para expresarlo. A lo extenso de la historia los poetas han conocido declarar aquello que todos sentimos sobre formas creativas desplazandolo hacia el pelo elocuentes.

Por eso, en este post conoceremos la seleccion de treinta y siete poemas sobre amor escuetos de poetas reconocidos, que pueden dar inspiracion a cualquier corazon ansioso de expresarse.

1. Arde en tus ojos, de Antonio Machado

El amor nunca llego a ser un argumento muy desarrollado por Antonio Machado, pero el poema a continuacion es una sobre esas pocas, pero felices ocasiones en que el poeta le dedica su intencion creadora. En el poema, el amante muestra su entusiasmo y no ha transpirado ansiedad ante el misterio de el amor.

Arde en tus ojos un enigma, virgen esquiva desplazandolo hacia el pelo companera. Nunca se si seri­a odio o es amor la resplandor inagotable sobre tu aliaba negra.

Conmigo iras entretanto proyecte sombra mi cadaver asi­ como quede a mi sandalia arena. -?Eres la sed o el agua en mi camino?- Dime, virgen esquiva y no ha transpirado companera.

2. Si me quieres, quiereme entera, de Dulce Maria Loynaz

El apego nunca se condiciona. Quien ama tiene que abrazar el conjunto del acontecer, el acierto asi­ como el error. Amar nunca seri­a pasmo y nunca permite hogar en la buena fortuna. El amor se decide o, sencillamente, se da.

Si me quieres, quiereme entera, no por porciones de brillo o sombra… En caso de que me deseas, quiereme negra asi­ como blanca, asi­ como gris, verde, y no ha transpirado rubia, y no ha transpirado morena…

Quiereme dia, quiereme noche… ?asi­ como madrugada en la ventana abierta!… Si me quieres, no me recortes ?Quiereme toda… O nunca me quieras.

3. Madrigal, sobre Amado Nervo

Los ojos del ser amado se revelan como la causa de vida absoluta de el enamorado. Una diferente realidad nunca importa, mas que saberse agradecido en ellos, igual que un espejo que nos revela la identidad.

Por tus ojos verdes yo me perderia, sirena sobre esas que Ulises, despierto, amaba asi­ como temia. Por tus ojos verdes yo me perderia. Por tus ojos verdes en lo que, fugaz, brillar puede, a veces, la melancolia; por tus ojos verdes tan llenos sobre tranquilidad, misteriosos como la esperanza mia; por tus ojos verdes, conjuro efectivo, yo me salvaria.

4. A veces, sobre Nicolas Guillen

Nicolas Guillen nos recuerda que el apego es simple, seri­a directo, es sincero. Su potencia nos autoriza a ser cursis, a ser infantiles, a sabernos mortales, En Caso De Que podri­a ser de eso brota el amor en el acontecer querido.

A veces tengo ganas de ser cursi para afirmar La dueno a tu con alienacion. A veces tengo ganas de ser tonto Con El Fin De gritar ?La deseo tanto!

En ocasiones tengo ganas sobre acontecer chaval para llorar acurrucado en su seno.

En ocasiones tengo ganas de quedar muerto Con El Fin De advertir, escaso la tierra humeda de mis jugos, que me crece una flor rompiendome el torso, la galanteria, y afirmar Esta piropo, de usted.

5. Presente simple (decision), de Pedro Salinas

De el poeta, el apego total separado se conjuga en presente simple. No existe pasado, ni futuro, mas que la agudeza de la movimiento amorosa, la vivencia amorosa.

Ni recuerdos ni presagios solo actual, cantando.

Ni mutismo, ni palabras tu voz, solo, solo, hablandome.

Ni manos ni labios tan solo dos cuerpos, a lo lejos, separados.

Ni luz ni tiniebla, ni ojos ni mirada perspectiva, la perspectiva de el alma.

Asi­ como por fin, por fin, ni goce ni pena, ni paraiso ni tierra, ni en lo alto ni debajo, ni vida ni homicidio, nada solo el apego, solo amando.

6. Te ofrezco, sobre Paul Verlaine

La expresion mas concreta de el amor es darse uno similar como ofrenda gentil y no ha transpirado piadosa. Eso nos recuerda el poeta Paul Verlaine en este texto.

Te ofrezco dentro de racimos, verdes gajos asi­ como rosas, Mi corazon ingenuo que a tu bondad se humilla; No deseen destrozarlo tus manos carinosas, Tus ojos regocije mi dadiva simple.

En el jardin umbroso mi torso fatigado Las auras matinales cubrieron de rocio; igual que en la paz de un sueno se deslice a tu bando El fugitivo instante que reposar ansio.

Cuando en mis sienes calme la divina tormenta, Reclinare, jugando con tus bucles espesos, acerca de tu nubil seno mi liga sonolienta, Sonora con el ritmo de tus ultimos besos.

7. Contigo, sobre Luis Cernuda

De el enamorado, el acontecer querido seri­a el total en torno a lo que al completo se permite relativo. El acontecer querido seri­a la tierra y la vida, el punto sobre pertenencia. Su ausencia, en marchas, seri­a BГєsqueda fdating la muerte.

?Mi tierra? Mi tierra eres tu.

?Mi personas? Mi multitud eres tu.

El destierro y la muerte para mi estan adonde no estes tu.

?asi­ como mi vida? Dime, mi vida, ?que seri­a, si no eres tu?

8. Igual que En Caso De Que cada caricia, sobre Fernando Pessoa

En este poema, el caricia se presenta como realizacion y no ha transpirado lamento a la vez. Imagenes de finales probables, sobre despedidas temidas, y un entretenimiento sobre oportunidades, casi surrealistas, el enamorado suplica el contacto memorable que le da precio de eternidad a un simple instante.

Como si cada contacto Fuera de despedida, Cloe mia, besemonos, amando. Semejante ocasion Ahora nos retoque En el hombro la mano que llama A la barca que nunca viene sino vacia; asi­ como que en el exacto haz Ata lo que fuimos mutuamente y no ha transpirado la ajena suma universal sobre la vida.

9. Amor, sobre Salvador Novo

A veces el enamorado no seri­a correspondido, aunque si su amor es verdadero, espera la agudeza sobre ser mirado por el ser querido. El enamorado espera su oportunidad.

Amar es este timido silencio cerca sobre ti, carente que lo sepas, y no ha transpirado recordar tu voz cuando te marchas asi­ como percibir el sofoco sobre tu saludo.

Amar seri­a aguardarte igual que si fueras parte del ocaso, ni antes ni luego, con el fin de que estemos solos entre los juegos asi­ como los cuentos sobre la tierra deshumedecida.

12. Yo nunca quiero morirme sin saber sobre tu boca, de Elsa Lopez

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