Las canciones sobre Adrienne Pauly, cuajadas de humor desplazandolo hacia el pelo acidez, huelen a tabaco y no ha transpirado alcohol. Son como cortometrajes por los que deambulan hembras fatales, cajeras sobre hipermercado, chicas perdidas en viejas discotecas tratando de conseguir su principe azul: “J’veux un mec” (deseo un tio), grita una sobre ellas.
Las canciones sobre Adrienne Pauly, cuajadas de humor desplazandolo hacia el pelo acidez, huelen a tabaco y no ha transpirado alcohol. Son como cortometrajes por los que deambulan hembras fatales, cajeras sobre hipermercado, chicas perdidas en viejas discotecas tratando de conseguir su principe azul: “J’veux un mec” (deseo un tio),…